El Real Madrid cumplió los pronósticos y solventó con comodidad el partido ante el Eibar (3-0) en un trámite orquestado en la primera parte por Isco Alarcón, el hombre más inspirado del cuadro madridista en pleno debate sobre su presencia en el once titular tras el exitoso regreso de James Rodríguez.
Carlo Ancelotti no tuvo que estrujarse el cerebro para decidir entre uno u otro. En esta ocasión, la sanción por acumulación de tarjetas del centrocampista colombiano abrió las puertas a Isco, suplente en la anterior jornada frente al Rayo Vallecano.
James cuenta con el don de la verticalidad, muy bien visto en un equipo que necesita fluidez en la salida del balón para que Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Gareth Bale exploten sus cualidades. Ese es James, algo distinto a Isco, que retiene más la pelota y es el favorito del público. En el Bernabéu le quieren y los aficionados tienen sus razones.
El Eibar fue un equipo que sirvió a algunos jugadores madridistas para reivindicarse. No sólo Isco, que fue el mejor. También tuvo su oportunidad Javier «Chicharito» Hernández, titular por segunda vez en la Liga porque Ancelotti decidió sentar a Karim Benzema para darle descanso
Junto al mexicano, fueron novedades Asier Illarramendi, Álvaro Arbeloa, Keylor Navas y Jesé Rodríguez. También estaba el siempre hambriento Cristiano Ronaldo, a quien el Comité de Competición anuló la que habría sido su quinta amarilla en Vallecas.
El primero en escribir su guión fue Cristiano. Tras veinte minutos iniciales de tanteo, el portugués abrió la lata con un gol de falta. Eso es noticia. Después de un año y casi un centenar de lanzamientos, por fin acertó para hacer su gol 38 en esta Liga y para abrir el camino hacia un juego más vistoso de los suyos.
Después de Cristiano, el testigo de las reivindicaciones lo recogió Chicharito. El mexicano, que reconoció haber llorado por su situación en el club y que casi hasta el pitido inicial aguantó rezando de rodillas en el centro del campo, marcó de cabeza el segundo tras una asistencia de Álvaro Arbeloa.
En 45 minutos dio tiempo a todo eso. Sólo Keylor, Jesé e Illarramendi se quedaron sin la gloria.
Con todo el trabajo hecho en el acto inicial, el Real Madrid se tomó la segunda parte con tranquilidad. Echó el freno de mano y Ancelotti aprovechó para dar descanso a más jugadores. Pepe regresó tras su lesión y sustituyó a Sergio Ramos, y Nacho Fernández dio aire a Marcelo.
Los blancos llevan tres victorias de tres posibles de las diez que anunció querer lograr para ganar la Liga. Aún tiene siete finales por delante y una octava extra a doble partido que iniciará el martes en el estadio Vicente Calderón. La afrontará con Isco o sin él. Esa es la gran incógnita que tendrá que resolver Ancelotti.
Vía ÚN / www.diariorepublica.com