El camino hacia el mundial continúa. Venezuela logró un resultado muy positivo que a pesar de que nos deja un sabor amargo, sin duda alguna pensando en frío es importante lo que se obtuvo.
Con el empate, la “Vinotinto” conquistó su segundo mejor resultado en la altura de “La Paz”, el anterior fue una victoria. Es cierto que como se dio el partido la selección nacional mereció el triunfo, pero el empate nos permite seguir soñando.
Muchas personas se han quejado por la decisión del director técnico César Farías de “abandonar el ataque”, para algunos entendidos la exclusión de un delantero para meter un mediocampista fue la clave del empate porque de seguir atacando para ellos Venezuela hubiese marcado el segundo.
Farías planteó el juego de la mejor manera posible, los cambios fueron estratégicos y acertados, Venezuela jugó mejor y salvo un error en una mala salida de Renny Vega, los criollos hubiesen sacado los tres puntos.
¿Por qué Evelio, Aléxander y Rolf los cambios?
Para como estaba parada Venezuela y se dio el partido, Farías tenía que darle piernas frescas al medio sector, los criollos ya no llegaban en los cierres y la mejor ocasión de Bolivia previo al gol fue un disparo frontal desde la media luna donde se evidenció que las piernas ya no daban.
Evelio entró por Richard Blanco, la idea y el planteamiento vario de un 4-2-3-1 a un claro 4-4-1-1, para darle más oxígeno al mediocampo y ayudar a Tomás Rincón junto a Agnel Flores a cerrar los espacios por el centro.
Los otros dos cambios mantuvieron el mismo esquema que lejos de ser defensivo netamente, era de esperar, cerrar los espacios y proponer cuando los compases del partido lo permitían.
Después del ajuste de Farías en el esquema, Bolivia poco más pudo hacer, tenía el balón pero no los argumentos ni el desequilibrio para llegar. ¿El Gol? Fue de balón parado en una jugada que pudo pasar con cualquier planteamiento que tuviera en la cancha.
¿Hasta cuándo Vega?
Renny Vega es y será siempre uno de los referentes en el arco de la selección nacional, algo inseguro y quizás de poca confianza para gran parte de la afición vinotinto, pero es sin duda alguna es un jugador que suele aparecer en los momentos importantes, sino recordemos la Copa América, que hasta una asistencia dio para empatar contra Paraguay.
El gol a cinco minutos del final fue un balde de agua fría, la mala salida de Vega no se justifica pero bien se aprecia que hubo un boliviano que lo obstruyó y además, la defensa se paró mal al dejar a dos de los verdes solos en el segundo palo. Incluso, también se tiene que tomar en cuenta el tema de la altura, algo que hace que la pelota vuele más debido a la presión, no es nada fácil calcular los balones aéreos en esas condiciones.
De cualquier forma Venezuela sacó un resultado positivo que era lo que buscaba ¿Pudo ser mejor? Sí, pero no queda chance para lamentaciones.
La selección nacional enfrentará el martes a Uruguay en Puerto Ordaz y aquí el no ganar si sería negativo. Para darle el valor de oro al punto en la altura se tienen que sumar los tres puntos, algo que de una u otra forma dejaría a Uruguay con el agua al cuello y con muy pocas opciones de ir a Brasil 2014.
Nuestra calculadora
Se dice que con 25 puntos nadie se queda afuera del Mundial. Pues bien, saquemos cuentas.
Venezuela tiene 16 puntos, quedando a nueve de la anhelada cifra de los 25, lo que se traduce a tres victorias.
A los criollos le quedan cuatro juegos: Uruguay (el martes en Puerto Ordaz), Chile (De visitante), Perú y Paraguay (en casa).
Ahora bien, la máxima dice que para ir al mundial se tienen que ganar todos los juegos de local. Venezuela tiene tres partidos en casa y todos con rivales directos que luchan por ese cupo directo al Mundial.
Los resultados de las cuentas solo nos permiten tener algo bien claro, para que Venezuela clasifique al Mundial habría que ganar tres juegos para no depender de nadie. ¿Difícil? Nadie dijo que sería fácil, pero para como está jugando la selección y se ven a los jugadores, Venezuela tiene todo para escuchar el “Gloria Al Bravo Pueblo” en tierras cariocas.
Gustavo Romero / Diario República