
El presidente de Siria, Bashar al Asad, dijo que no aceptará ninguna intervención extranjera para poner fin a la violencia en su país.
Asad expresó que es la obligación de su gobierno proteger a civiles de los que llamó terroristas, y que por cada terrorista eliminado se salvan decenas de vidas o más.
Agregó que la solución a la crisis tiene que venir de los mismos sirios.
La entrevista, concedida a la televisión iraní, fue grabada la semana pasada pero recién se transmitió ahora.
Su difusión se produce en momentos en que miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y las potencias regionales se preparan para un encuentro en Ginebra el sábado, para discutir la escalada del conflicto.
Agencias