
Con un equipo de estrellas jóvenes, la selección gala dirigida por Didier Deschamps, doble campeón mundial, en 1998 como jugador y ahora como director técnico, se sobrepuso ante grandes oncenas como la de Argentina, Uruguay y Bélgica para alcanzar la cima del deporte rey.
La confianza en sí mismos aunado a la calidad individual y en equipo, fueron los alicientes para que la selección de Francia obtuviera el bicampeonato del mundo, luego de coronarse en 1998 cuando fueron anfitriones del evento más importante del fútbol. En esta ocasión, los franceses fueron comandados por la joven estrella Kylian Mbappé, quien además fue galardonado como el mejor jugador joven del Mundial de Rusia 2018. A las habilidades del joven de 19 años del Paris Saint-Germain se sumaron las aptitudes de jugadores como Paul Pogba, el delantero del Atlético de Madrid Antoine Griezmann, N’Golo Kanté y Olivier Giroud, solo por nombrar a algunos de los lúcidos y jóvenes jugadores con los que cuenta el equipo francés para futuras competiciones.
La final ante la selección de Croacia pintaba como un reto para ambos equipos europeos, los franceses iban con el propósito de confirmar lo que venían demostrado en el campo de juego, un equipo aguerrido, rápido, y con atletas con habilidades de sobra para llegar al arco y definir, con el agregado de una defensa llena de jugadores de los mejores equipos de Europa. Por su parte, Croacia fue la selección que se ganó el corazón de la mayoría de la fanaticada mundialista, por la garra que demostraron en cada partido disputado, luego de derrotar a Dinamarca en octavos de final, a Rusia en cuartos e Inglaterra en semifinales, los croatas que arrastran las heridas del pasado luego de la disolución de Yugoslavia, lograron entrar por primera vez en su historia a una final de la Copa del Mundo.
El estadio Luzhniki de Moscú fue el escenario para que el vistoso juego francés pasara por encima del planteamiento croata, y los galos se impusieran 4-2 para de esa manera bordar en su uniforme la segunda estrella que los acredita como bicampeones del mundo. Goles de Griezmann, Pogba, Mbappé, y la mala suerte de Mandzukic al anotar en propia puerta, fueron los goles que dieron a los “Bleus” la victoria. Por el equipo de Croacia, Perisic anotó una joya de gol que de momento, auspiciaba una esperanza para su equipo al poner el marcador 2-1 en el primer tiempo. Al igual que lo hizo el propio Mandzukic al marcar el segundo para sus coterráneos, cuando ya el partido se mostraba claramente a favor de los galos.
De esta manera Francia llega al top del fútbol mundial y augura un futuro comprometedor con un equipo joven que podría seguir dando de qué hablar al menos durante los próximos cuatros años si mantiene la misma estrategia y energía que le dio un resultado favorable en Rusia 2018.
Carlos Escorihuela/Diario República