La Catedral de Maracaibo, al igual que todos los años, se llenó de fieles, la noche de este sábado en la ceremonia de la Vigilia Pascual para aguardar la venida del Espíritu Santo y celebrar la resurrección de Jesús.
Los feligreses acudieron con sus velas y envases de agua que fueron bendecidos por el arzobispo, monseñor Ubaldo Santana, quien presidió la eucaristía.
El encendido del cirio pascual — símbolo de Cristo resucitado que pasa de la muerte a la vida— lo hizo monseñor Santana frente al templo, en la plaza Bolívar, a las 7:15 de la noche.
Seguidamente ingresaron en procesión por la nave central del Templo Mayor. El fuego significa la presencia de Cristo, la luz que desvaneció la oscuridad de la casade Dios.
“Oremos para que Cristo renazca en nosotros. Que estas llagas gloriosas nos protejan y nos guarden. Oremos para que Dios Padre conduzca esta obra con la resurrección de Jesucristo”, expresó monseñor al inicio de la ceremonia que rompió con el silencio de las iglesias, que estuvieron cerradas desde la noche del Viernes Santo y el Sábado de Gloria, como señal de luto y dolor por la muerte de Jesús.
Se entonó el pregón pascual, antiguo himno alusivo a la noche de Pascua.
“El Señor ha resucitado y nos alegramos por eso, porque es el mayor acto de amor y fe. Para los católicos es muy significativo este momento”, manifestó Yolanda González, vecina de Santa Lucía, quien acude todos los años a la Catedral, en Semana Santa.
Luego, se leyó la liturgia de la Palabra: nueve relatos del Antiguo Testamento. Después de la homilía, monseñor bendijo las aguas y la grey presente renovó sus promesas bautismales.
Monseñor Santana explicó en su mensaje que “la bendición del agua transmite una muestra del bautismo”. Instó a los fieles a reflexionar sobre la vida de Jesús en el corazón de cada uno de ellos.
Hoy se celebra el Domingo de Resurrección, el inicio del tiempo de Pascua, que se extenderá por 50 días hasta la fiesta de Pentecostés.
Desde la iglesia María en Pentecostés, al norte de Maracaibo, así fue la ceremonia con el padre Jaime Kelly:
La Vigilia es conocida por ser una de las ceremonias más solomnes y llena de símbolos en el calendario de la Iglesia católica. El rito conmemora la oscuridad luego de la crucifixión de Cristo, el Viernes Santo, y la alegría y luz por su resurrección el Domingo de Pascua.
En esta ceremonia religiosa, la cristiandad veló por el tránsito de Jesús, que pasó de la Cruz a la vida, de la muerte a la resurrección.
Vía panorama / www.diariorepublica.com