Miles de personas pasan cada día frente al número 6 de la Operngasse, junto a la Ópera de Viena. Pocos saben que en agosto de 1942 una vecina del edificio, Anna Goldschmid, fue enviada a un campo de exterminio. Una aplicación para «smartphones» permite ahora recordar a Anna y a miles de víctimas más del nazismo.
Ninguna placa ni inscripción recuerda el asesinato de Anna Goldschmid, que falleció en el campo de Treblinka, ni de los otros tres vecinos de esta casa que fueron también deportados.
Vía EFE/www.diariorepublica.com